5 de febrero de 2011

Final de la Lola

Bueno como habiamos anticipado, la historia continua hasta su final....

retomando un poco el relato la Lola volvio del Bolson averiada, con sus pulmones mal, tosiendo nafta por el escape... en fin una complicacion, el lunes la llevamos a lo de Fabian... la desarmo...
en el primer cilindro habia restos de metales, la bujia rota, y una valvula mellada
hicimos tapa, junta.... filtro de nafta... jamas pensamos que cambiar un filtro seria una catastrofe habia que bajar el tanque... hasta un dodge 1500 trae una tapa detras del asiento trasero para acceder al tanque... la lola NOOOOO
despues de todo esto, le serruchamos el filtro y lo vaciamos, y en el chasis le pusimos un filtro nuevo de facil acceso
muchos pesos gastados y una semana y pico parados... el martes por la tarde sono el celular... fabian... estaba lista!!!!!!!!!!!!!!!!
La buscamos y la guardamos a la noche en casa, mañana seria el dia "D" la probariamos en un viaje corto al Bolson a ver si funcionaba
Nos levantamos al dia siguiente con toda la emocion rumbo a otra aventura... probar la Lola y que no falle, cargamos el mate y salimos
que decir... a los 10 kilometros aun seguia con tos a pesar de los antibioticos, ibuprofeno y bisolvon pediatrico... volvimos desilucionados y a llamar a Fabian... me cito al dia siguiente a la mañana a ver si con un medidor de caudal de la bomba de nafta podiamos descular algo
a las 10 de la mañana estaba en el taller y medimos la bomba, entregaba 3,2 bares y cuando la acelerabamos bajaba a 2,5 bares
ante esta perspectiva y teniendo el taller lleno de vehiculos dejamos para el viernes por la mañana el cambio de bomba
viernes a la mañana 9 hs firme como rulo de estatua parado en la puerta del taller, acidez de estomago, ya varios cafeses y parisiennes hasta los codos... lentamente bajamos el tanque, sacamos la bomba.... que contar del filtro... ni un melita lo puede emular
gracias a Dios (ya que esta en todos lados pero atiende en Baires) pudimos conseguir la misma bomba Bosch en Bariloche... el dia nos sonreia!!!!! (Aclaro que aun estamos sin LLUVIA!!!!) para las 12,30 estaba nuevamente armada y en carrera
Mate en mano nos fuimos para el Bolson... (la ruta tiene subidas y bajadas, rectas y curvas, lo que nos permitio probarla en todo su espiritu) que contar...
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ANDA!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Hasta el proximo Viaje


Agradecimientos.

Fabian
Belen (por su paciencia)
y a todos aquellos que nos ayudaron a empujar cuando veian en el relato que la Lola se quedaba sin aliento.

un agradecimento especial a YPF por tener sus tanques sucios!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

2 de febrero de 2011

Tramo 10 - Los Antiguos - Bariloche (casi...)

La decisión estaba tomada. Volveríamos. En otra oportunidad conoceremos Los Glaciares.
Después de un buen desayuno y tempranito, partimos de Los Antiguos hasta Perito Moreno donde cargaríamos combustible ya que al preguntarle de casualidad al empleado de la YPF de los Antiguos nos dijo que mañana no tenía horario de apertura. Sencillo: NO TENIA NAFA.
 Sol, por fin! La ruta es un verdadero desierto.


















Una larga línea recta en el final del horizonte. Un desvío nos saca de la ruta 43 y nos direcciona en la mítica Ruta 40.





Comienza un ripio importante en kilómetros y bastante bien consolidado. En largos tramos se está asfaltando lo que será la próxima ruta y al costado en otras ocasiones se ve la antigua 40.












Un cartel viejo y oxidado nos indica los kilómetros hasta Perito Moreno… parece aquellos carteles de las malas películas de terror yanqui…




Acá recargamos el tanque de la Lola y los dos bidones por las dudas.
15 kilómetros antes de Rio Mayo nos detenemos al lado de un Fiat Idea color gris que en medio del viento feroz, sin sombra y con sol y calor, intentaban arreglar un dispositivo que se había roto de tanta vibración. Una familia de 4. Como no teníamos forma de ayudarlos prometimos contactar a un auxilio mecánico en Rio Mayo. Al llegar nos dirigimos a la única estación de servicio del lugar e inmediatamente el propietario se puso a realizar llamadas telefónicas hasta conseguir que Mario Sandoval se aprestara a llegar hasta donde se encontraban estos turistas. Volvimos a recargar combustible, por las dudas tuviéramos sorpresas.



Rio Mayo es una pequeña localidad a la que actualmente le está “pasando” el asfalto entonces es un lio entrar y salir. Muchísimo viento y tierra. Forma parte del corredor Bioceancio Argentino Chileno. Comimos algo de los sobrantes de la conservadora aunque nos tentaba la idea que nos pasaron en la estación de servicio: ir a comer a “Lo del Gordo”… pero como el calor adormece, simplemente una picadita corta ya en camino y una latita de Quilmes bien helada.


Desde Rio Mayo y ya con asfalto impecable de la ruta 22, nos dirigimos a Tecka. 30 kilómetros antes de llegar a esta localidad la ultima pesadilla que se pueda tener. La Lola comenzó a quejarse. Parecía que no quería volver. Nos miramos. Seguimos un tramo mas y paramos en la banquina. Paseamos unos minutos un poco preocupados. Sabíamos que a veces, apagando el motor por completo la computadora se “resetea” y si hay alguna falla se puede zafar.
Para darle un poco de aire, nos fumamos un cigarrillo mirando la gran estepa calurosa. Un sol importantemente alto, rajaba la tierra. Debemos hacer un alto en la escritura para recordarles que siempre paramos cuando vemos a alguien en problemas. NADIE PARO, aun con el capot levantado. No importa, dijo el gordo “haz el bien sin mirar a quien”.
Vuelta a sentarnos, antes de encender el motor, nos volvimos a mirar, casi un rezo silencioso. Arranco. Bien. Un poroto a su favor… no pensaba dejarnos tirados en la ruta.
Seguimos. Gobernador Costa a la vista… empezó la falla de nuevo… prácticamente el tanque lleno. No paramos. Seguimos.
Tecka a la vista: volvió la falla. No quiso saber más nada. El gordo pensó que al haber cargado tanto combustible en tantos lugares podría haberse tapado algún inyector. Compramos limpia inyectores y nos tomamos un café muy caliente en una estación abarrotada de gente, con mucho calor, mucho viento y una interminable cola para combustible.
Nos dejaría La Lola?
Arranco, segundo poroto a su favor. Un par de kilómetros más y nuevamente se empaco. Volvió a fallar pero cada vez peor.
Ya ni idea que pensar… empezamos a deshilvanar hipótesis. Ninguno de los dos somos mecánicos. O sea una conversación de borrachos. El filtro de aire? Imposible, era nuevo y el más caro.
Ya que la falla había sido reiterativa teniendo menos de medio tanque de combustible barajamos la hipótesis  de que podía ser justo eso… como la bomba trabaja sumergida para enfriarse dijimos: si rellenamos el tanque de nafta vaciando los dos bidones que traíamos (20 litros, 5 galones o lo que quedo después que el viento casi nos vuela todo) la cosa podía solucionarse y esperamos. No sé qué. Pero esperamos. La dejamos descansar un rato, tal vez se solucione…
Arrancamos. No pasaba las 2500 vueltas, cuando acelerábamos parecía el batimovil con su gran paracaídas de tan frenada que iba… tosía como una tuberculosa, explotaba por delante y por detrás, en un momento descoloco el filtro de aire de su lugar, zafando la abrazadera y como pudimos, con paciencia, llegamos a Esquel (velocidad crucero 70 km/h)
No pensábamos entrar pero perdido por pedido, llegamos hasta la primer YPF y volvimos a llenar el tanque con la ilusión que si era una basura en la bomba o filtro de nafta, a lo mejor y con suerte por el movimiento de líquido y tanque lleno, nos diera una chance… solo nos faltaban 300 km… casi todo en subida.
Salimos nuevamente a la ruta. Cada vez más preocupados. Ni hambre teníamos.
Tironeando como un potro chúcaro, nos dejo arribar a El Bolsón… el calor era atroz y había una superproducción de turistas, felices, contentos, caminando sin mirar al cruzar y nosotros preocupados y amargados porque además de terminarse nuestro viaje no era final que teníamos previsto.
En el Automóvil Club (lleno de gente) cargamos otra vez más el tanque y como última alternativa, sacudimos el filtro de aire y desconectamos los bornes de la batería (por aquello de resetear). Repetimos: no somos mecánicos, pero de tanto escuchar algo queda y ante la perspectiva de quedar tirados a la vera del camino intentábamos cualquier cosa…
Arranco. Tercer poroto a su favor. Otra vez en marcha… faltaban apenas un poco más de 100 Km para llegar a casa.
Una cuadra más adelante una verdulería a la vista y sobre la vereda con la calidad que caracteriza a todos los vegetales del Bolsón, le dimos una nueva oportunidad. Apostamos por La Lola. La llenamos de verdura fresca: redondos tomates, perfumado cilantro, limones jóvenes, pimientos rojos como la sangre… en fin… para que seguir. Si! Y también un poco de cordero para la noche, algo de carne para el día siguiente… la cargamos de cosas lindas a ver si se componía la loca!!!!
Mas contento que chico con juguete nuevo, arrancamos de nuevo… ni una falla… le había gustado que la mimáramos… felices decidimos prolongar unos minutos más las vacaciones, esos minutos extras de no querer llegar y formar parte de un lugar turístico como un turista mas… ante nuestra vista apareció como un oasis en el desierto el Patio Cervecero de Cerveza El Bolsón… estaba lleno. A rabiar… todos contentos charlaban fuerte, de vacaciones, con calor, colorados del sol, el camping a full… y  nos sentamos en una mesa a mirar la hermosa Lola…
Mientras yo pedía dos cervecitas caseras (para mí con ají picante y para el gordo una negra bien fuerte) él se escapo a la proveeduría del camping a comprar una bolsa de leña porque en casa no estábamos seguro de tener,  para un asadazo ni bien llegáramos sin descargar nada de la Camio, eso quedaría para mañana, disfrutaríamos de haber llegado a destino sin más fallas…


Arrancamos un poco más optimistas. Todo iba bien. Llegaba la noche. Un par de tirones a la altura del Cañadón de la Mosca nos dejo en silencio. Pero aun seguíamos en camino.
Mascardi a la vista. No quiso saber más nada. Imposible dejar pasar lo que estaba fallando a cada metro de asfalto. No quería mas Lola valga la redundancia…
A 1200 vueltas o lo que en otras palabras es a 50 o menos kilómetros por hora llegamos al desvío de ruta 40 y el ingreso a Lago Gutiérrez tratando de no entrar por la ciudad y así acortando la agonía…
Una curva, mucha tierra, noche cerrada. La “tosida” final.
Se apagaron las luces, los controles se callaron y ahí nos quedamos. No podía ser. Imposible, imposible quedarnos.
Invocamos a todos los santitos y arranco… y recordamos la gloriosa frase de nuestro Amigo y Mecánico de cabecera Fabián: “así como esta me voy a cualquier lado”… casi nos reímos pero de nervios. Esto no podía estar pasando.
Llegamos al cruce de Cerro Catedral y Av. Pioneros. Íbamos cada vez más lento… pero llegando.
Exactamente a 50 metros del portón de casa, una última tos la hizo callar. No más.
Daba risa realmente. Era para llorar.
Arranco una vez más. Cuarto poroto a su favor. Llegamos a casa.
Fiel hasta el final como solo un jeep podría hacerlo!!!!!!!!!!!!!
A este punto de la historia, los dejaríamos en ascuas si no les contáramos el final de la historia… el domingo después de descargarla toda, decidimos salir a probarla ya con todos los sentidos puestos y sin la presión del viaje, para poder comentarle a Fabián todas las fallas. Tomamos nuevamente la ruta… (En otros momentos de mi vida hubiera llevado un bidón de 5 lts de kerosene y una caja de 222 patitos parafraseando a Larsson: el chico que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina…)
La probamos en todas formas repitiendo la falla, sacando nuevamente el filtro de aire de su lugar… Ahí me doy cuenta que faltaba una pequeña chapita de aluminio de la boca de la toma de aire que los cranotecas de la casa que regularon el equipo de GNC (que tenemos instalado para el cabotaje) habían colocado para disminuir el paso de aire…
El lunes por la mañana temprano… a lo de Fabián… probamos si saber que era la falla y concluimos que era filtro de nafta tapado… buscamos la chapita en el múltiple de admisión, pero no la encontramos… supusimos se cayó en la ruta… cuando volvíamos para casa… un sonido como metales triturándose nos sorprendió… la paramos y dejamos a la vera del camino, ya sin más esperanzas… llegó a lo de Fabián a la tarde sobre una camilla (S.O.S)… aun agradecido que no nos dejo en la ruta cargados…
Después de una semana, desarmamos motor, solo fue una válvula y gracias a Dios nada de pistón ni perno, cambiamos el filtro de nafta y la falla aun persiste… solo nos resta probar la bomba de nafta si entrega el caudal necesario… continuara…

Continua link.... (final de La Lola)
http://carreteraaustralruta7.blogspot.com/2011/02/final-de-la-lola.html

Tramo 9 - Cochrane - Los Antiguos

Despues de haber descansado comodamente, la mañana nos sorprendio con rayos de sol… si! Por fin no llovia!!!! Si bien todavia  nos quedaban lugares para recorrer ya sabiamos que estabamos en la cuenta regresiva. Ibamos rumbo a Chile Chico y luego al cruce por Los Antiguos. Tal vez todo lo hariamos en un tramo y ya en esta madrugada podriamos dormir en casa…
Un buen desayuno con manteca y café bien caliente en la deck de la cabaña nos levanto el animo. El paisaje era inconmesurable.






Una gran cadena montañosa al frente y a los pies el bellisimo e incomparable rio Baker… el cesped cortado prolijamente y un chucao madrugador daban ganas de una corta caminata. Estabamos durmiendo en un lugar de la gran Reserva Nacional Tamango.verde por donde mirásemos. Parecía que el día se desperezaba junto a nosotros. Los caballos pastaban tranquilamente como si tal cosa.


Recorrimos el predio de las cabañas donde otros viajeros ya estaban en el muelle pescando. Una bodega (de leña) me hizo gracia y le pedí al gordo que simulara (jeje) trabajar… no se lo cree nadie.


Jugamos con el jacuzzi que todavía estaba tibio y del que nunca nos enteramos!!! (Que pena que Wilson nunca nos conto lo que teníamos a disposición), mas retirado un gran asador con lugar para fuegos y un solitario banco puesto estratégicamente como mudo espectador del paisaje. Casi no nos queríamos ir... tanto queríamos quedarnos!




Hicimos fotos, nos deleitamos con la naturaleza en su estado más puro.




Armamos la Lola y emprendimos la retirada.

Una recorrida a la ciudad nos dejo varias fotos… la casa “mate”, el monumento al mate, el mirador de Cochrane, sus calles limpias y prolijas y la gente trabajando. En esta zona la mayoría de sus pobladores vive de la ganadería y en verano especialmente se ofrecen alternativas de pesca deportiva, kayak, paseos en bote y observación de flora y fauna.





 Varias vueltas más y el chivo marrón que ayer comía en la vereda: seguía haciéndolo de manera muy prolija.

Desde acá se puede ir hasta la reserva Nacional Tamango: a  tan solo 4 kilómetros al este es el principal atractivo del lugar. Destacando una importantísima población de huemules en su hábitat natural que se encuentra en vías de extinción. Se puede acampar, hay senderos y servicios de paseos en bote, pesca y avistamiento de huemules. Vale la pena hacerlo
Por la ruta en sí, en el desvío El maitén y 10 Km mas adelante llegamos a Puerto Guadal, chiquito y prolijo. Con su plaza  y sus gentes en las calles… era cerca del mediodía y nos pico el hambre. Paramos en esas especies de grandes almacenes chilotes donde en la planta alta degustamos un caserísimo y opíparo desayuno. Café con leche, pan casero, jamón y queso y dulces regionales. Ya estábamos más que listos para seguir.















Como podríamos contar  el camino llamado Paso de las Llaves? Es como estar en otro planeta. Un planeta de altísimas montañas verdes, cañadones profundos y un lago que cambiaba de color a cada segundo… verde, turquesa, esmeralda… las alturas a las que se eleva el camino para trepar esta zona no se pueden describir. Momentos en que entre dos paredones de roca viva el ripio dibujaba la carretera, a una altura que golpeaba la boca del estomago. Una foto no le haría juicio. Una ruta que es imposible hacer de noche. Imposible porque las curvas son cerradas, los puentes angostos,  el precipicio: mortal. Algunas señales dejadas por rocas que se desmoronan contra los guardarrail asustaban… otras eran de autos que en algún momento dejaron su fuerte huella. Son 30 kilómetros de camino abierto en roca viva. Inaugurado en 1991, su construcción implico un trabajo intenso y grandes cantidades de explosivos. Fue el tramo más caro de la Carretera Austral. Al subir se puede apreciar una gran vista de los campos de Hielo Norte.



Sorteamos varios desvíos (Puerto Cristal) y en el punto más angosto del lago, la vista panorámica parece una pintura: chacras, alamedas de corta viento y una gran playa… imposible no parar a extasiarse con la grandiosidad de la naturaleza.




Para llegar a la Garganta del Diablo, un profundo zanjón cortado a pique en la roca viva cruzando un pequeño puente. Vale una buena foto.



 A partir de aquí, la conducción del vehículo debe hacerse con extrema precaución. Promedio de velocidad: en algunos tramos 20 km/hs.
Subimos mucho… bajamos no tanto, de pronto una curva  nos avisa que hay una mina… CDE Fachinal… una mina de oro y metales preciosos!!! Trabaja desde 1995 y debido a su alta explotación se calcula que le quedan solo 6 años más de vida. En este punto, el Turko nos recomendó ir con suma precaución ya que hay infinidad de camiones que conducen a altas velocidades por que son conocedores del camino y lo que quienes como nosotros andamos seguido por este tipo de carreteras (cornisas, ripios, cañadones) sabemos que no respetan mano. Ellos tienen “prioridad”. Prevalecen sus palieres antes que quien viene de frente.

Extrañas formaciones en el costado derecho del camino nos hacen detenernos para hacer fotos… rara naturaleza que dibuja como si fuese un Da Vinci con un lápiz universal…


















Más adelante esta la Laguna Verde: un impacto visual. Diversos factores hacen de éste un lugar de belleza sugestiva y extraña. La escasez de vida vegetal y animal, se suma a la inusual topografía, propia de un cráter, y a lo altamente salobre de sus aguas. La laguna está salpicada de pequeñas islas rocosas y a sus aguas se le atribuyen propiedades medicinales. Este lugar fue testigo además del enfrentamiento entre pobladores y los Carabineros del Ejército durante la Guerra de Chile Chico, en 1918. Un cartel (vandalizado) conmemora la muerte de personal de la Mina y no aclara en razón de que…




12 kilómetros mas adelante se encuentra la mina subterránea Guanaco que forma parte del proyecto Fachinal. Solo había un cartel indicativo.
Antes de llegar a Chile Chico propiamente dicho, a la izquierda se encuentra el mirador La Bandera, con una vista de la ciudad, el lago y el muelle. El viento es feroz.

Una vez en la ciudad, fuimos directamente a la oficina de informes. Nos llamo la atención un gran poste de señalización con cientos de flechas que indicaban las más inverosímiles distancias… el Polo Norte, Alaska, Buenos Aires, la piedra clavada… algo único.




Si debemos confesar la realidad, mas allá de que hay reales atractivos es  necesario contratar de antemano por ejemplo, un cruce en ferry a Puerto Ibáñez (en esta fecha no había pasaje hasta dentro de dos meses) o un tour guiado a la Piedra Clavada, sin señalizar. O a la Cueva de las manos o al Valle Lunar… significa que se debe hacer de un día para el otro pues son a pie  más de 8 Km.
Con lo cual, una visita a la costanera viendo como partía el Ferry que  nunca pudimos tomar (era nuestra intención ya que no lo hicimos desde el Norte) y que pretendíamos hacer para conocer las artesanías en astas, cueros y venta de productos regionales…. Y sumado a ello haber recorrido más de 2000 kilómetros viendo casas de madera de ciprés con sus tejuelas tan caracteriscas, vivos colores, jardines y fisonomía chilota, al entrar a esta ciudad nos sorprendieron las construcciones  de ladrillo de 1900 o anteriores tal vez tan parecidas a las viejas construcciones de almacenes de la provincia de Buenos Aires: San Antonio de Areco como ejemplo. Era como estar en la Argentina sin estarlo. No era lo que esperábamos encontrar.
Un par de fotos a puro viento nos convencieron de seguir a la aduana y partir rumbo a la Argentina.












Nos aprestamos a pasar la frontera. Grande fue mi temor al pensar que llevaba arena de Santa Bárbara…, cenizas del Chaiten, piroclastos del volcán, mi roca de mármol de las cuevas de Puerto Tranquilo, las piedras del farallón del Glaciar Exploradores… en fin lo mío no era comercio, sino recuerdo NO robados sino pedidos… después de esto puesto en letras de molde, el gordo esta pensando seriamente en re patentar la Lola, no sea que algún carabinero atento la próxima vez nos baje la barrera… ahhhh pero el gordo en realidad venia preocupado por el sobrante de los quesos de Diego ya que si no pasaban la aduana, se vería obligado a comerlos antes de llegar a los antiguos….. Y nos hacemos cargo
Ya en la aduana nos sorprendió el edificio, inaugurado en octubre del 2010 del que teníamos referencia que sería un lugar como el paso de Futaleufu… moderno, aséptico, prolijo… con chilotes atentos y expeditivos y con un control meramente reglamentario.





Llegamos a la Argentina. Nuestra Patria.






Un Cristo con una cascada (artificial) y un via crucis hasta la aduana nos acompañaron un buen rato.




Los Antiguos… un lugar de quintas, chacras, capital nacional de la Cereza… como siempre información turística. Fuimos excelentemente atendidos… nos entregaron inclusive folleteria de Calafate y los Glaciares en caso de que continuáramos esa ruta…




Empezamos a buscar una cabaña… todavía el gordo no había claudicado con el tema “disco”. Estuve a punto de ofrecerle algún LP de vinilo con tal de que no jodiera mas… pero se negó rotundamente e insistió en recorrer cuanta cabaña había disponible… vimos varias, las potables estaban todas ocupadas, siguió insistiendo e insistiendo hasta inclusive llamo a un teléfono que promocionaba como “bungalows”. Nuestra sorpresa fue cuando llegamos y vimos que eran prolijos “contenedores” blancos alineados al mejor estilo militar… uno al ladito de otro… es en este momento histórico en el que desistió solemnemente el uso del disco y se decidió por un hotel pudiendo aprovechar lo que restaba de la tarde recorriendo la ciudad.




Ya instalados y luego de charlar con Andrea y Marcelo, gerentes de la Hostería Antigua Patagonia nos recomendaron lugares de visita y por supuesto para comer...por una vez más queríamos un buen salmón. Nos recomendaron dos lugares y por haber ya visto uno lo elegimos. Morena Mía. Al llegar y previo sobre aviso de que había que realizar una reserva, el gordo específicamente se bajo a leer la carta para el tan mentado salmón. Había! Reservamos para las 21.30.
La propuesta de Turismo era recorrer chacras de producción locales, fuimos a una y nos dijo que la semana pasada había terminado con la recolección de su cultivo y que estaba desordenada como para hacer una visita por lo que…
Una vuelta en la plaza de artesanos me dejo de recuerdo una calco que dice Ruta 40 que fue mi única compra desde que Salí de Bari… y una vuelta más por la ciudad desde el mirador no dio la pauta de donde estábamos parados. En el mismo mirador se está construyendo un importante hotel y nos sorprendió que fuera una obra del gobierno nacional…. Sin palabras… queda librado a vuestra imaginación… recuerden: Los Antiguos: Santa Cruz: ARGENTINA.



Al llegar a Morena Mía, elegimos un buen tinto y salmón con verduras salteadas… les recordamos que estábamos en Argentina. Digo, por las dudas.
Pues bien, el salmón estaba. En la carta. Nunca hubo salmón. Lo que si había eran excusas… la marea roja, el trámite de traerlo de Chile… en fin, no vale la pena explayarnos. Nos enojamos mucho por no recordar que  a veces lo que figura en la carta no está en el menú…
Menú de la noche: MILANGA CON salteadas. La milanga más cara del mundo. Las verduras ni la sombra de las anteriores… igualmente como nos caracteriza lo pasamos maravilloso entre risas y bromas… Chau Morena Mía!!!!!!!!!!!!!!

Volviendo a  la hostería, pedimos agua mineral con gas, hielo y nos dedicamos a terminar el Vat… la última de las dos botellas que llevamos en viaje.
Por la mañana unas fotos mas de la Hosteria.... recuerdos...




Nos acostamos con la disyuntiva de esos 700 kilometros que nos separaban de una de las maravilla de nuestra tierra: los Glaciares…
Desde la habitación, el ya Lago Buenos Aires y una luna imponente apareciendo desde el Este…









Continua en Tramo 10...
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