27 de enero de 2011

Tramo 2 - Ruta 40 Sur hasta limite con Chile

A menos de 5 minutos de viaje, un ruido raro tipo zumbido no hizo mirarnos. Sin palabras. Seguimos andando y ya tomamos lo que se llama Ruta 40 sur en camino a El bolsón. El ruido era muy molesto. Volvimos a mirarnos y al apoyar la mano sobre el techo el zumbido era más fuerte… eran las correas que sostenían a la cubierta!!! En el cruce de Rio Villegas, aproximadamente a 60 Km de Bari, nos detuvimos… simplemente le cruzamos una linga elástica para cortar la presión del viento y listo el pollo. No más ruidos.
















A la altura del Cañadón de la Mosca una camioneta chevrolet negra con tráiler a cuesta, cerró demasiado la curva y casi se termina nuestra aventura… (nos acordamos de la mama del conductor con feo vocabulario)… la ruta seguía tranquila y de pronto un par de chimangos comiendo algo levantan vuelo al sentir el ruido de la camio… uno no llego muy lejos, se estampo violentamente en el parabrisas sin mayores daños… todavía tendrá dolor de cabeza el pobre!
La pequeña ciudad de El Bolsón, la Comarca de los Andes del paralelo 42 (acá vale la pena quedarse al menos dos o tres días y recorrer no solo la avenida de artesanos sino también los atractivos naturales y la gastronomía), dormía plácidamente mientras los rayos del sol amenazaban con calor durante el día. Por el Oeste las nubes avanzaban lentamente… hacia allá íbamos…
A la altura del Museo Leleque (queda pendiente una buena visita) las primeras gotas… empezaba la lluvia que nos acompañaría los 2978 Km de ruta de manera despiadada a veces y otras discontinuas como las tropicales.
Antes de llegar a Esquel nos encontramos con el primer control policial y como nos caracteriza, nos pararon. Solicitaron simplemente la documentación del vehículo y preguntas de rutina. Con esta demora llegamos a la ciudad de Esquel a las 10.17 hs bajo una lluvia torrencial con fuertes vientos. Primera recarga de combustible, lo que no era necesario, pero nuestro amigo el Turko nos lo aconsejo como ultima carga dentro de Argentina.  La noche anterior averiguamos vía telefónica si había nafta. En esta encantadora ciudad, nos llamo mucho la atención los carteles de NO A LA MINA o CIUDAD NO NUCLEAR, no solo en los comercios sino en la avenida principal tallada en madera.





Después de una breve visita (queda para la próxima!!!) partimos rumbo a la pintoresca localidad de Trevelin (del Galés, TRE: Pueblo y VELIN: Molino)que fuera fundada a fines del siglo XIX por colonos galeses provenientes del valle inferior del río Chubut. Su místico legado cultural de raíces celtas, ofrece una exquisita variedad cultural e histórica. Vale la pena visitarla y perder un par de horas algo que no hicimos pues estamos a tan solo 300 km y preferimos seguir hacia nuestro destino y dejarla para otra oportunidad. Para quien venga de lejos recomendamos una visita a Esquel y su maravilloso tren La Trochita y en Trevelin el famoso te gales y tortas.



A los pocos Km de abandonar Trevelin comenzó el ripio que nos acompaño durante casi todo el viaje sacándole kilometro a kilometro un ruidito mas a la Lola, vale decir que a partir de este momento nuestro promedio de velocidad en viaje según Lolita,  nuestro GPS, comenzó a disminuir abruptamente hasta llegar a 30 Km fijos por hora en movimiento.
Ya entrados en ritmo de viaje, nos dirigimos hacia la Aduana en el cruce del Paso Futaleufu. Diluviaba. … a los costados se veían campos segados, rollos de pasturas y mucho verde.



La Aduana nos sorprendió. Esperábamos un construcción edilicia de al menos cierta importancia. Pues no. Una simple casita techo a dos aguas con 5 gendarmes y una bandera argentina. La Afip ni se veía. En este lugar pequeño se realizaban los trámites de entrada y salida al país formando una sola cola, que obviamente y bajo la intensa lluvia y frio salía al exterior. A pesar de la gentileza y simpatía de los gendarmes, estuvimos un tiempo considerable (una hora) mojándonos por completo. Nos llamo muchisimo la atencion de mochileros Israelitas que esperaban que alguien los cruzara gratuitamente a la Argentina, ya que su particula estilo es viajar a dedo.





Entre las lecturas que realizamos de gente viajera por el lado chileno antes de partir se aconsejaba realizar un listado de lo que se ingresaba al país en tema electrónico. Ahorramos tiempo a la hora de declararlos. En casa realizamos una lista con la computadora, los celulares, las maquinas de fotos, gps y demases yerbas con sus correspondientes números de serie. Cosa que nos evito en medio la lluvia bajar los artículos y declararlos. Gracias Guillermo!
Por consejo del señor de Afip y frente al cartel de Bienvenidos a Chile, nos vimos en la obligación de comer toda nuestra vianda… Carne ahumada de cerdo y ensalada. Igual nos divertimos haciéndolo.



















Nos sorprendió el edificio de la Aduana chilena, la contracara de la Aduana argentina… una buena construcción moderna, asfalto e inspectores muy estrictos…



Nosotros confiados de tener todo en regla y habiendo masticado lo que no podíamos pasar, presentamos nuestra declaración jurada que no ingresábamos nada fuera de regla al país… lo primero que nos enteramos es que la carne cocida como la llevábamos LA PODIAMOS PASAR pero ya nos habíamos dado el atracon…
En el marco de tanta legalidad, abrimos la Lola de par en par y oh sorpresa nos confiscaron los artísticos cajones de verdulería en los cuales prolijamente habíamos acomodado todos los enseres culinarios… con lo cual a partir de este momento la Lola fue un gran sonajero de 4 ruedas… donde todo se sacudía… ollas con sartenes, disco con parrilla y en algún punto volaba una tapa de cacerola o un ruido a botellas… todo ello ceso en el km 5 de nuestra casita 7 días después…
Ya estábamos en Chile, nuestro país hermano.

Continua en Tramo 3...

link http://carreteraaustralruta7.blogspot.com/2011/01/tramo-3-aduana-chilena-de-futaleufu.html

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