Tramo 5 - Puyuhuapi- Puerto Aysen

Después de un desayuno entre encabronado y feliz consumiendo tostadas con la manteca que mas nos gusta (la chilota, la Colun, esa que traemos cada vez que vamos  aunque llegue derretida y sin formas) dejamos atrás a veronica con su poco don comercial para tomar nuevamente la ruta que nos pasearía por el fiordo y las termas…  rumbo a puerto cisnes.

Retomando el mismo camino que habiamos realizado la tarde anterior rumbo al ventisquero colgante (Unica ruta hacia puerto Cisnes) nos llamo la atencion una construccion del lado opuesto del fiordo que la tarde anterior no habiamos visto por las bajas nubes... era el Puyuhuapi Lodges & Spa, al cual solo se accede en barco

Mientras tanto una llovizna nos acompaño hasta la misma entrada del Puerto, antes de ello, existe una estrechura del rio Cisnes por enormes farallones rocosos cortados a pique que nos indica que estamos atravesando la cordillera de los andes que en Aysén corre cerca del océano. Lo que en un punto era un camino tranquilo a la entrada del mismo se transformo en un caminito al borde del fiordo con algo de precipicio y sin banquina con un paredón de rocas muy angosto. Tanto entrando como saliendo nos cruzamos con grandes camiones que preservan su mano y que transportan grandes contenedores plásticos que en un principio no sabíamos de que se trataban… al preguntarle a un muchacho del pueblo nos respondió que transportan los peces vivos con oxigeno desde las pisciculturas a buques que lo llevan a distintos puertos. Es necesario saber que hay que entrar y salir con precaución teniendo en cuenta el horario, ya que a la hora de comer regresan todos atraídos como la chancha al maíz y no dejan ninguna opción cuando el camino el se angosta debido a la acción climática y presentan alcantarillas que están socavadas.

Este pequeño puerto, Cisnes, esta a los pies del cerro Gilberto en el canal de Puyuhuapi y lo más bello es su costanera bien nueva y asfaltada con sus botes de pesca alineados prontos a partir . Cuenta con los servicios básicos. Lo más importante es la pesca y las fiestas costumbristas de verano.

Acá llenamos el tanque, no hay tarjeta de ninguna especie por falta de líneas telefónicas activas. Según consultamos al despachante, nos dijo que a veces su propia carga de celular demora entre dos y tres días….!!!! La pregunta fue ¿nos cambian dólares? A la que nos respondió que quien cambiaba era el señor de la camioneta Nissan que estaba en el otro surtidor… lo mas cómico de la situación es que no solo era el que cambiaba dólares-pesos chilenos sino que además era casi el dueño del pueblo, con lo cual colegimos su patrimonio.  Grande fue nuestra sorpresa cuando tuvimos que esperar el despacho de combustible del que no podían borrar la carga de este señor ya que el mentado personaje había cargado diez mil pesos de nafta barata (93 octanos) y diez mil pesos de nafta cara (95 octanos) equivalentes a la súper nuestra y necesitaba corroborar el importe exacto. Ante la perspectiva de tener que negociar unos pocos dólares con este personaje, que era pijotero hasta en el combustible de tamaña camioneta, decidimos gastar nuestros últimos chilenos y pagar en efectivo. Esto nos ponía en un riesgo hasta a llegar a Puerto Aysen donde podríamos tener cajeros o cambios potables de dólares.

Solo una breve recorrida por sus calles nos dio la impresión de saber que se trabaja a diario para mejorar puentes y calles y una fotografía denota que la asiduidad a misa (los católicos) no es cotidiana ya que la iglesia está destrozada. Nos acercamos hasta el puerto solo para ver la entrada de uno de los transbordadores.  El más llamativo de los restaurantes (ya teníamos hambre) lucia un lindo cartel de CERRADO. Con lo cual, a nuestra vuelta y luego de sortear varios camiones, abrimos la conservadora para volver al mítico queso de Diego, que nuevamente nos recordó el fatídico error de no haber comprado más….

Nuevamente direccionamos la Lola y la Lolita (GPS) hacia Puerto Aysén.

A la altura de Villa Amengual, nos sorprendió un bus completamente equipado para almorzar al paso… lastima, no solo estaba cerrado sino que además los quesos de Diego habían calmado las fieras…. A propósito, lo acompañamos con dos latas de las que adquirimos en La Junta, medio calientes pero en fin… transitábamos asfalto bien prolijo y nuevo.

Nos encontramos con un excelente mirador en el que paramos, nos volvimos a tomar dos latitas mas, solo para terminarlas jajaja, hicimos fotos de la flora cercana ya que las bajas nubes sin lluvia no nos permitían mucha observación de nada y seguimos hasta el cruce de caminos que desvía a Coyahique o a Puerto Aysen.

Fuimos a Puerto Aysen. En la entrada nos recibe la Copec, cargamos combustibles y nos facilitaron un mapita urbano. Seguía la promo de los relojes pero al gordo no le gusto ninguno. Seguiríamos buscando casi hasta Chile Chico…

Desde ahí y por la avenida principal encontramos una farmacia-shopping en la que al fin conseguimos el medicamento que necesitábamos muchos kilómetros antes: desde antes de Puyuhuapi…. llegamos a la plaza y frente a ella la Info turística. Acá fuimos excelentemente atendidos, recabamos folletos superiores a la guía que habíamos comprado en La Junta la Chiletur…!!!!! Nos recomendaron varias cabañas ya que seguíamos con la idea fija de comer nuestro propio salmón con manteca al disco que diligentemente acomodamos en nuestra casita de Bari… lo que por una vez más no pudo ser…

Terminamos nuestra requisa después muchas vueltas y de paso conociendo la city, en el Hotel Aysén Patagonia en la avenida principal ya que de seguir buscando se nos iría la tarde completa…

Este hotel es moderno y cálido a la vez… acá nos respetaron el bendito y famoso 19% con lo cual la tarifa se transformo en razonable, pagamos con tarjeta y una conversación con el gerente del hotel nos dio la pauta de lo que somos los argentinos: el mismo en un viaje a Bariloche no solamente no consiguió ningún descuento sino que además cada vez que pago con tarjeta le aplicaron el 10% de recargo que todos padecemos a diario con el uso del plástico…

Una vez alojados, partimos hacia Puerto Chacabuco, atravesamos un gran puente colgante sobre el rio Aysén, color naranja que se llama Presidente Ibáñez y que divide a la ciudad. De allí en mas, asfalto de por medio nos detuvimos en una ensenada ya que los barquitos pesqueros nos deleitaron la cámara…

Largo rato después encaramos a Chacabuco, que es un puerto de 1200 habitantes que desplazo a Puerto Aysén debido a su embancamiento en la década del 60. Es terminal de transbordadores, puerto de barcos mayores, visitado por cruceros de turismo en verano. Cuenta con un muelle de atraque para embarcaciones de gran calado y rampa para que los transbordadores de alta mar operen sin problemas de mareas.  Allí existen dos grandes compañías pesqueras exportadoras con sus grandes plantas de procesamiento y desde allí también parten los famosos cruceros hacia el parque nacional de la Laguna San Rafael donde se visita el famoso ventisquero San Rafael (16 horas)

Según nos contaron, Puerto Aysén era el principal puerto con salida al mar. Por la gran deforestación y uso de madera para la construcción de casas desmontaron las colinas lo que hizo que se fueran desmoronando hasta cubrir el canal de acceso del tan reconocido puerto obligando al traslado del mismo a aguas más abiertas, hoy Puerto Chacabuco. Desde aquí se transporta el combustible a toda la región, por ejemplo Chaiten.

En este lugar hay un gran hotel Loberías del Sur que funciona a la vez como mirador al puerto. Desde allí se contratan todas las salidas hacia el parque Laguna San Rafael con un costo aproximado de 800 dólares por persona. Cosa que por cuestiones de tiempo (casi 4 días) no hicimos. Queda para la próxima.

Hicimos un par de fotos, buscamos algún lugar para decantar una cervecita pero al no encontrarlo y ya con mucha lluvia y sed, volvimos a Aysén.

A mitad de camino, un cartel nos invita a visitar el Lago Riesco con sus mansas aguas. Llegamos hasta la casilla del guardaparque y nos encontramos con el PROHIBIDO AVANZAR, suponemos que se debía a la hora (ya era la tardecita) con lo cual tomamos un camino secundario que nos llevo a un pequeño embarcadero donde paramos a tomar un buen whisky  y unas buenas fotos….

Ya se aproximaba la hora de la cena. Recorrimos los locales de artesanías sin encontrar nada que nos llame la atención así pues, casi frente a un boulevard, nos anima Isla verde con sus entrada tan bien iluminada… dos grandes antorchas artificiales nos daban a imaginar un lugar cálido. El cartel de BIENVENIDOS FUMADORES nos hizo caer en la cuenta de la discriminación… igual el hambre  y los aromas pudieron más.

Allí nos sentamos y en una mesa muy paqueta con el salón fumadores para nosotros solos, nos dimos el gusto de volver a comer un excelente salmón a la mantequilla con verduras salteadas y un buen vino tinto.

Nota de color: ya casi al retirarnos y como en este salón estaba la barra en la que se preparaban los cocteles observamos que la barwoman batía permanentemente botellas de pisco y de lejos zumbaba la licuadora… preparando daikiris y margaritas… nos acercamos y le consultamos porque batía permanentemente las botellas de pisco a lo que nos respondió que lo preparaba a la mañana con jugo de limón y azúcar y por eso lo emulsionaba… al requerimiento de la receta y o proporciones del trago, nos respondió  muy cándida: es un secreto…

Hace ya 7 días que estamos tratando de llegar a ese gustito impecable que condescendió a darnos a probar… y aun no lo logramos. Pensamos después de mucho probar que en Chile tienen otro limón definitivamente… INSISTIREMOS HASTA PERDER EL SENTIDO...

Llegando al hotel, con un cansancio atroz decidimos que lo mejor era un whisky relajador… pedimos hielo, vasos y buonna note!

A la mañana siguiente bien temprano desayunamos (sector fumadorrrrr) opíparamente y nos prestamos a continuar viaje. Parece mentira. Llovía.

Nuestra brújula marca el sur aun… vamos a la populosa ciudad de Coihaique y de allí Puerto Tranquilo…

Continua en Tramo 6...
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